martes, 17 de marzo de 2015

Texto introductorio - Trabajo Práctico Nº 1 (2015)

OCIO Y ARQUITECTURA

La palabra ocio viene del latín “otium, ii”. Quizá para comprender mejor su esencia podríamos contraponerla a “negotium, ii”, también latín, que significa negocio, o sea, negación del ocio. El sentido de negocio involucra toda acción que tenga interés material lucrativo y práctica, particularmente ligado al comercio. Creemos que la palabra ocio es más ambigua como veremos más adelante.
En el mundo antiguo, particularmente en la Grecia clásica del siglo de Pericles (s. V a.C.) involucraba para los ciudadanos de la polis de los atenienses (unos 30.000 de un total de unos 100.000 habitantes aproximadamente) actividades intelectuales ligadas con cómo gobernar la polis, mientras que las actividades comerciales eran ejercidas por extranjeros, que no eran ciudadanos (persas especialmente) y las labores utilitarias concretas por esclavos. Los ciudadanos vivían de la explotación de pequeñas propiedades agrícolas en las cercanías del área urbana que supervisaban ellos mismos: era mal visto que tuvieran actividades comerciales específicas –de lucro. Su rol social era participar personalmente en el gobierno de la polis a través de las numerosas asambleas convocadas a tal efecto y ocupar cargos por tiempo limitado en la justicia y la administración de la polis.
Se entiende que para ejercer estas ocupaciones obligatorias tuvieran necesidad de conocimiento apropiados a tal efecto, situación que se adquiría fundamentalmente en debates en la plaza pública (ágora) y en reuniones más íntimas. En ésto constituía la esencia de la idea de ocio. Los diálogos de Platón (La República, por ejemplo –principios del s. IV-) son un claro ejemplo de ello. Este ocio griego de índole diaria, que podríamos calificar de “creador” se complementaba con los numerosos días de fiesta (60 días al año aproximadamente), la mayoría religiosos, que incluían los concursos teatrales y los atléticos en el estadio.
En los tiempos modernos, en cambio, el ocio abraza a la sociedad entera y ha adquirido connotaciones distintas: todos los habitantes tienen teóricamente iguales derechos y el Estado no obliga a todos los ciudadanos a ejercer funciones públicas sino que se producen elecciones periódicas a tal efecto.
El ocio tiene mayoritariamente carácter de descanso, ya que los habitantes están avocados a “ganarse la vida” en actividades lucrativas relacionadas con las profesiones o siendo empleados y, si hace un siglo el ocio o descanso se verificaba sólo un día por semana como máximo, hoy día en Occidente tiende a abarcar dos y las jornadas laborales están haciéndose cada vez más cortas.
Por otra parte existen hoy las vacaciones de verano y a veces de invierno.
Todo ésto ha posibilitado la aparición de una nueva temática en urbanismo y arquitectura asociados con el ocio, ligado con el descanso y el placer, que es lo que a nosotros nos interesa principalmente –la vivienda-, se traduce en casas de fin de semana en los suburbios de la metrópolis, y en casas de verano para uso más prolongado en lugares más distantes.


Kitto, H.D.F., Los griegos.
Flaceliere, Robert, La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles.


polis: comunidad de ciudadanos por entero independiente, soberana sobre los ciudadanos que la componen, cimentada por los cultos y regida por las leyes. Generalmente se materializa en un área urbana y un entorno rural con pueblos, pero a veces sólo por pueblos dispersos en un área mural como Esparta.